A veces, simplemente no quiere pensar en nada, ni hablar con nadie, ni estar con nadie.. no quiere dar pena... sólo está ahí, respirando. Entró a la habitación, cerró la puerta, se tiró en la cama y se derrumbó... sus demonios se pusieron tan felices de que volviera con ellos.
Puede que la adolescencia sea la étapa más corta de nuestras vidas y aún así es la más intensa y emocionante de todas. Asumimos que nos da igual lo que piensan los demás pero sabemos que por dentro estamos muriendo vivos. Dicen que las personas nocturnas suelen ser más inteligentes, que no se lo cree, pero pueden estar más propensas a sufrir de depresión y a sentirse solas.
Y si dejara de fingir que todo está bien, que en sus ojos se ve la tristeza que hay en su corazón.
Me ha parecido tan tierna y tan verdadera esta entrada, y encima, de fondo sonando Amelie. Eres muy dulce.
ResponderEliminarNo pierdas esa magia.